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El 24 de julio se reunía el equipo implicado en la acción A6 “Fabricación industrial de nidales de mortero-corcho”, del proyecto LIFE-ZEPAURBAN, para evaluar el comportamiento de los nuevos nidales en los distintos ensayos llevados a cabo. INTROMAC exponía los resultados de temperatura en relación a los instalados en la cubierta de la iglesia de Nuestra Señora de la Purificación (ZEPA Colonias de cernícalo primilla Almendralejo), así como de los ensayos llevados a cabo en sus propias instalaciones en cuanto a temperatura, choque térmico e impacto. Por su parte DEMA valoraba el comportamiento de los nidales en cuanto a su aceptación por la especie así como la adecuación etológica del prototipo, para lo que expusieron los resultados obtenidos de las cinco cajas instaladas en la mencionada cubierta. Prefabricados Extremadura 2002, responsable de la fabricación de los nuevos nidales, analizaba finalmente el desmolde de los mismos y su producción industrial.

La aceptación de los nidales por la especie, a pesar de ser instalados en un momento en que muchas parejas parecían haber seleccionado ya su lugar de nidificación, ha sido muy positiva con la ocupación de 3 de los 5 instalados, comprobándose además la efectividad de algunas de las medidas implementadas en el nuevo prototipo como las ranuras de ventilación y evacuación de excrementos.

 

 

En cuanto a la temperatura se ha conseguido mejorar el comportamiento respecto a otros nidales existentes en el mercado: los sensores instalados en el interior de los nuevos prototipos  recogían en torno a dos grados por debajo de la temperatura ambiente, mientras que esos mismos sensores instalados en los ya comercializados registraban temperaturas por encima de esta. Además, cuando la temperatura exterior bajaba la del interior del nidal desarrollado en el proyecto LIFE-ZEPAURBAN lo hacía casi al mismo tiempo, mientras que en los nidales ya comercializados tardaba más. Los nuevos nidales ventilan muy bien, lo que unido al mayor aislamiento del material evita el efecto horno, y no se han detectado diferencias significativas entre los distintos colores testados (blanco, gris y albero).

El peso se ha reducido un mínimo de 3 kg respecto a los nidales existentes en el mercado y a pesar de ello su comportamiento de rotura por impacto es mejor debido a la integración del corcho. Además se ha conseguido aumentar el espacio disponible para la nidificación. En cuanto a su fabricación industrial los moldes desarrollados son adecuados y se prevén unos rendimientos que permitan una óptima atención a la posible demanda.

Aunque en 2018 seguiremos instalando nidales en las ZEPA urbanas de Extremadura que nos permitirán conocer mejor su comportamiento desde todos los puntos de vista analizados, el equipo se mostró muy satisfecho con los resultados obtenidos. Todo parece indicar que estamos en el buen camino para hacer realidad los objetivos de esta acción: nidales etológicamente adaptados a los requerimientos de la especie, más ligeros, económicos y resistentes. Además, la mejora de la temperatura en todos los colores testeados aumenta sus expectativas de integración en los edificios en que se instalen, hecho especialmente importante cuando estos tengan valor patrimonial.