Zonas de Especial Conservación para las Aves (ZEPA) Urbanas
La comunidad autónoma de Extremadura ha sido pionera en el ámbito de la Unión Europea en la designación de áreas protegidas dentro de zonas urbanas, un hábitat creado por y para el hombre donde no suelen tener cabida la inmensa mayoría de las especies silvestres y mucho menos las más amenazadas.
La integración de los núcleos urbanos dentro de la Red Natura 2000 ha sido posible a través de la aplicación de la Directiva de Aves (Directiva 2009/147/CE relativa a la conservación de las aves silvestres), norma que establece la obligación de declarar Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) para proteger una serie de especies consideradas prioritarias y sus hábitats.
De este modo, determinados núcleos urbanos con reconocida importancia para las aves han pasado a formar parte de la Red Natura 2000, incorporándose a este valioso entramado de espacios protegidos que supone actualmente el 30,3% de la superficie de Extremadura y ocupa más de 1.264.000 h.
Las ZEPA asociadas a los núcleos urbanos se han convertido en uno de los rasgos distintivos de la Red Natura 2000 en Extremadura, puesto que representan casi el 30% de todas las ZEPA existentes en la región (71 lugares). Sin embargo su superficie conjunta no alcanza ni el 0,1% del territorio protegido, lo que no resta importancia a su valor para la conservación de las aves.
A diferencia de la mayoría de lugares de la Red Natura 2000, el objetivo de las ZEPA urbanas en Extremadura no está relacionado con la conservación de hábitats naturales. Muy al contrario, han sido diseñadas específicamente para proteger edificios construidos por el hombre, por tratarse del hábitat de nidificación de una singular especie: el cernícalo primilla (Falco naumanni).